15 de julio de 2022

Qué relación tenemos con la Luna

   El 20 de julio es el Día Internacional de la Luna, ya que se conmemora la llegada del primer hombre a nuestro satélite natural (20 julio 1969, ​​Misión Lunar Apolo 11). Pero más allá de esta celebración, la Luna a lo largo de la humanidad ha sido un elemento trascendental para muchas civilizaciones, estableciendo parámetros que están vigentes hasta el día de hoy.

   Desde la Antigüedad, se ha estudiado que la Luna afecta a las mareas; pero también se creía que guardaba relación con las cosechas, con el comportamiento de los animales e incluso con las emociones humanas.

   A simple vista, los hombres y las mujeres primitivos podían observar cómo la Luna nacía, cómo crecía hasta llegar a su plenitud y cómo menguaba hasta desaparecer durante tres días para luego renacer. Platón definió este ciclo de 28 días como el “eterno retorno”.

   Es por lo anterior que las antiguas civilizaciones identificaron su vida con la de la Luna, ya que también nacían, lograban la plenitud, se apagaban hasta morir y luego comenzaba un nuevo ciclo, es por esto que muchas culturas ancestrales creyeron en la vida después de la muerte.

   Nuestro satélite natural también fue referente para medir el tiempo. Muchas civilizaciones crearon calendarios lunares para controlar el tiempo, el caso más emblemático es el de los mayas.

   A pesar de que la Luna ha sido motivo de diversas manifestaciones culturales, religiosas y étnicas, y más allá de que está presente en la vida de todos en el planeta, el poder que ejerce en la Tierra está rodeado de muchos mitos.

   El verdadero poder que ejerce la Luna sobre la Tierra, es que según los expertos dirige las mareas en la Tierra debido a la fuerza de gravedad.

   Las leyes físicas dicen que cuanto más cerca están dos objetos, mayor es la fuerza con la que se atraen entre sí y eso es lo que ocurre entre nuestro planeta y su satélite.

   Muchas personas creen que la energía de la Luna altera nuestro comportamiento, incluso se dice que en las noches de luna llena hay más crímenes, lo que popularmente se ha llamado efecto Transilvania. Sin embargo, esto es algo que la ciencia no ha podido comprobar.

   Lo que sí es cierto, es que existen animales que se vuelven más activos, sonoros y fértiles cuando brilla la luna llena. Los corales tropicales, por ejemplo, sincronizan su ciclo reproductivo y una noche de luna llena desovan todos a la vez*. (*fuente: BBC)

   Desde el punto de vista más espiritual, la Luna formó parte de la Tierra y aunque se separó de ella se mantiene muy próxima a nuestro planeta. Esa conexión con la Tierra está más viva que nunca.

La Luna nos enseña que todo cambio tiene sentido. Ella  aparece, crece, mengua y desaparece. Nacer, vivir y morir. Es la ley que garantiza que todo vuelve a comenzar.

   Las fases lunares dan pie a la existencia de rituales espirituales ligados a esos momentos, los que de alguna manera aumentan el sentimiento de pertenencia de la Luna en la comunidad y el de integración con la naturaleza.

   Fases lunares y sus significados:

• Luna Comienza la renovación, se deja atrás lo viejo. En muchas culturas se celebra la Luna nueva posterior al equinoccio de otoño y se da gracias a la Luna y al Sol por la cosecha. También se recuerda a las personas que han fallecido.
• Luna Se han aceptado las oscuridades (la tristeza, la decepción…) y retorna lentamente la luz, la vitalidad. Es una luna óptima para potenciar la creatividad y los aspectos que impliquen crecimiento personal. Por otra parte, es un período relacionado con la pureza, la sensualidad y la belleza.
• Luna Encarna a la Madre y a la Amante en su plenitud de poder. Se vincula con la fertilidad, los nacimientos y la abundancia. Es momento de visualizar lo que se desea.
• Luna Ofrece la oportunidad de enfrentarse a los miedos para dejarlos partir sin temor, asumiendo las propias debilidades durante la próxima luna nueva. Es un buen periodo para trabajar el desapego y las dependencias, a fin de liberarse de lo que ya no se desea. (*fuente: https://www.cuerpomente.com/ )

   Lo cierto es que la Luna es vital para la vida de nuestro planeta. Si la Luna no existiese, el eje de rotación sería más inestable, el agua de los océanos tendría muy poco movimiento, lo que influiría sobre todos los seres vivos que viven en ellos, existirían cambios climáticos que no permitirían la vida en el planeta y así muchas otras alteraciones más. Por eso, gracias Luna por existir.

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