30 de octubre de 2024

El valor de tener siempre una libreta a mano

Si trabajas en una oficina, sabes que hay ciertas cosas que damos por sentadas… hasta que no están. Para mí, una de esas cosas son las libretas. Puede sonar exagerado, pero tener un stock de libretas disponible en la oficina es uno de esos pequeños detalles que hacen la vida laboral mucho más sencilla. Lo digo en serio: tener a mano una libreta salva el día en más ocasiones de las que te imaginas. Aquí te cuento por qué.

Parece que hoy en día todo está en digital, pero te aseguro que en más de una ocasión agradecerás tener una libreta cerca. Te cuento una historia rápida: un día, en plena reunión de lluvia de ideas, mi laptop decidió actualizarse justo cuando todos lanzaban propuestas. La situación se estaba complicando, hasta que vi una libreta vacía sobre la mesa. Fue como encontrar un oasis en el desierto: en segundos, tenía mis notas en papel, y la reunión siguió sin problemas. Desde ese día, sé que siempre hay que tener libretas listas para situaciones como esta. 

Lo bueno de las libretas es que son prácticas, no requieren batería y están siempre listas para cuando se las necesite. Y créeme, en una oficina hay más ocasiones de lo que parece en las que tener una a mano es la diferencia entre el caos y el orden.

Las libretas son perfectas para esas sesiones en las que necesitas plasmar ideas rápidamente. Nada de abrir archivos ni de pelearte con los programas. A veces, la creatividad fluye mejor cuando solo necesitas un lápiz y una hoja en blanco. Y lo mejor es que puedes hacer garabatos, flechas y anotaciones sin que nadie te juzgue. 

Son necesarias en ese momento cuando estás en esa típica llamada que se alarga, donde alguien empieza a dar datos importantes o hacer una lista interminable de pasos. Intentar escribir en el computador mientras sostienes el teléfono es incómodo, pero tener una libreta cerca soluciona el problema en segundos. Puedes apuntar rápido y luego pasar todo a digital, si es necesario. ¡Las libretas son las heroínas de las llamadas sorpresa!

Por otro lado, lo digital tiene su encanto, pero soy de los que encuentra una satisfacción especial en escribir listas de pendientes en papel. Hay algo en poder tachar una tarea cumplida que hace que el día se sienta más productivo. Una libreta me ayuda a organizar las tareas del día de forma visual y sin distracciones.

Después de varios incidentes en los que las libretas hicieron magia, ahora insisto en que siempre haya un stock disponible para todos en la oficina. No solo facilita la vida en reuniones, llamadas y tareas diarias, sino que también aporta una solución sencilla y accesible. Si alguien pierde la suya, si se acaba o si alguien más la necesita, ¡pum!, sacas una libreta nueva y todo sigue en marcha. 

Además, son excelentes para la cultura de la oficina. Tener libretas disponibles hace que el equipo sienta que puede capturar ideas y planificar en cualquier momento. Para mí, las libretas se han convertido en una especie de «botiquín de emergencias» en papel.

Desde que entiendo el valor de tener siempre una libreta cerca, no hay día que no tenga una en mi escritorio, y me aseguro de que los demás en la oficina también puedan contar con una. Porque, seamos honestos, una libreta es pequeña, pero sus beneficios son grandes. Así que, si aún no has experimentado el placer de tener una libreta lista para todo.

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