26 de JUNIO de 2025

Desde el aula hasta la oficina: adhesivos que suman

  Trabajo en el área de abastecimiento de una empresa que colabora con distintas instituciones educativas, desde jardines infantiles hasta liceos. Mi día a día está lleno de cotizaciones, entregas y gestión de materiales escolares. Pero hay un producto que, por simple que parezca, siempre está presente en nuestras listas, en nuestras cajas y en nuestras aulas: el adhesivo escolar.

  Lo curioso es que nunca pensé que algo tan básico como un adhesivo en barra, una silicona escolar o una botella de cola fría podía tener tanto impacto… hasta que lo vi con mis propios ojos.

Un proyecto que comenzó con una idea pegajosa

  Hace un tiempo, acompañé a una colega del área comercial a una actividad organizada por una municipalidad que implementaba un programa de apoyo a escuelas públicas. Una de las actividades más importantes era un taller de arte y ciencias para niños de primero básico, y nuestro equipo se encargó de llevar todos los materiales necesarios: cartulinas, témperas, tijeras… y por supuesto, adhesivos escolares.

  Estando ahí, ayudando a repartir materiales, me di cuenta de lo valiosos que eran estos insumos. Cada niño tenía un adhesivo en barra en la mano, y lo usaban para armar un sistema solar de papel. Otros usaban cola fría para pegar sus figuras en maquetas, y algunas profesoras aplicaban silicona escolar líquida para asegurar elementos más pesados como botones, madera o goma eva.

  Me impresionó ver cómo un producto tan pequeño podía facilitar tanto el aprendizaje. Era más que pegar: era construir, crear, imaginar.

Adhesivos escolares: más allá del aula

  Desde entonces, he aprendido a ver los adhesivos escolares como algo más que un artículo básico. Son herramientas versátiles que tienen múltiples usos tanto en colegios como en empresas e instituciones. En nuestra misma oficina los usamos constantemente:

• Para armar materiales de capacitación, presentaciones o paneles de información interna.
• En actividades recreativas, donde realizamos manualidades para días temáticos.
• En acciones sociales, donde preparamos kits escolares para niños y niñas en comunidades vulnerables.
• Incluso en proyectos internos, como decoración de espacios o señaléticas.

  Es increíble como productos como la silicona líquida o la cola fría pueden ser tan útiles fuera del contexto escolar.

Diferentes adhesivos, diferentes usos

  Con el tiempo, también aprendí que no todos los adhesivos son iguales. Cada uno tiene su propósito y ventajas, especialmente en contextos institucionales:

• Adhesivo en barra: rápido, limpio y seguro. Ideal para trabajos escolares, uso infantil o tareas rápidas en oficinas.
• Cola fría: fuerte y versátil. Funciona muy bien en manualidades escolares o proyectos de cartón y madera.
• Silicona escolar líquida: de secado rápido, transparente y con gran fijación. Perfecta para materiales diversos como goma, eva, tela, papel grueso o elementos tridimensionales.

  En instituciones grandes, tener variedad de adhesivos es clave para responder a distintas necesidades pedagógicas o logísticas.

Una pequeña herramienta, un gran resultado

  Al final, uno cree que lo más importante en educación o gestión institucional son los grandes recursos: tecnología, infraestructura, metodologías. Pero la verdad es que, muchas veces, las cosas pequeñas sostienen todo lo demás. Como una barra de adhesivo que permite armar una maqueta, como una gota de silicona que fija una idea.

  Yo misma lo he vivido. Y ahora, cada vez que veo un adhesivo escolar en mi escritorio o en un pedido que sale del almacén, no lo veo solo como un producto más. Lo veo como una pieza fundamental para construir, educar, comunicar y crear.

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